Cuando uno pasa tiempo alejado de los suyos, por mucho que este se disfrute, no puede evitar echarlos de menos. Por eso el encuentro que hacía tiempo que habíamos planeado con nuestros amigos en Costa Rica se había convertido en un momento muy esperado que por fin había llegado! Era hora de cambiar la improvisación por la tranquilidad de una organizada planificación previa a manos de otros; la soledad de la pareja por el jolgorio de la grata compañía; el aburrido agua mineral por la cerveza alegre y jovial. En definitiva, el momento de disfrutar de unas merecidas vacaciones.
